Cada vez se escucha más a los políticos, dedicados a la materia sanitaria, como hablan del enfermo crónico como el perfil de paciente donde hay que dedicar un mayor esfuerzo.
Es una gran verdad, lo que cabe preguntarse es si los esfuerzos presupuestarios y sobretodo organizativos se orientan a este tipo de pacientes.
El incremento de las expectativas de vida, unido a los estilos de vida, hace que el paciente mayor con una constelación de enfermedades se nos presente en nuestra práctica asistencial diaria como una realidad tangible y de un impacto cualitativo y cuantitativo considerable.
Los pacientes recopilan un arsenal de medicación para tratar una auténtica lista de problemas que vienen a configurar lo que se llaman pacientes pluripatológicos.
Como si de auténtico puzle se tratara, se acumulan medicamentos en un mismo paciente, para su diabetes, hipertensión arterial, dislipemia, artrosis, asma y como culmen ansiedad y en ocasiones depresión.
Para cada una de estas enfermedades y otras muchas, uno, dos y hasta tres fármacos que se mezclan en un auténtico crucigrama para no crear interferencias ni contraindicaciones.
Más allá de que se prescriban por principio activo, supone un coste económico de enorme importancia y lo que es más importante una fuente a su vez de posibles efectos secundarios que nos lleva inclusive a tener que recurrir a otros fármacos para contrarrestarlos.
En esta encrucijada de riesgo, el trabajo multidisciplinar es una de las claves. Los profesionales añoramos poder trabajar codo con codo y abordar integralmente a nuestros pacientes o usuarios si quieren que los llamemos así.
En UPROSAMA, precisamente intentamos poder reflexionar y trabajar conjuntamente para transmitir la importancia de trabajar en equipo, intentando optimizar los recursos y prestando una atención de mayor calidad a nuestros pacientes.
Juan José Sánchez Luque
Presidente de UPROSAMA y del Colegio Oficial de Médicos de Málaga.