Este miércoles celebramos el Día Mundial de la Salud. Y este año es especial, en 2020 apenas caímos en la cuenta de esta efeméride pues todos nos encontrábamos en una búsqueda continua de soluciones al caos sanitario y social que suponían las primeras semanas de la pandemia. Hoy, casi 13 meses después, y desde un punto de vista más sosegado no nos queda más que reivindicar el derecho y la defensa de la salud como la principal arma para luchar contra esta magna tragedia que está suponiendo la COVID-19.

En la provincia somos más de 30.000 compañeros y compañeras que, de una forma u otra, hemos luchado contra el coronavirus en estos más de 400 días de batalla. El Día Mundial de la Salud nos tiene que servir para poner en primera plana a dentistas, dietistas-nutricionistas, enfermeras, farmacéuticos, fisioterapeutas, logopedas, médicos, ópticos-optometristas, podólogos, psicólogos y veterinarios. Ellos y ellas, desde sus diferentes responsabilidades y áreas de trabajo, han aportado su granito de arena para ayudar a todos los pacientes, tanto los COVID como los no COVID, y sus familiares.

La sociedad no está en deuda con la salud porque la salud, en sí misma, es parte de la sociedad. Sin salud no habría economía, y sin profesionales de la salud, simplemente, no habría salud. Los representantes institucionales deben ser conscientes de ello. Deben apostar por la salud como lo que es, uno de los pilares del bienestar. Se ha demostrado que los países con una mayor inversión en sanidad han ayudado a minimizar las tasas de mortalidad en esta crisis sanitaria, y se ha demostrado que en aquellas regiones donde se han priorizado otras inversiones por encima de la referida a la salud, han fallecido muchas más personas.

No queda más que decir, en este Día Mundial de la Salud, que la salud es vida. Nosotros, los sanitarios, trabajamos cada día del año para que sea la mejor posible. Y ahora, os pedimos, que desde la responsabilidad de cada uno de vosotros, actuéis personalmente para que la COVID-19 sea pasado más pronto que tarde y sigamos trabajando para que sigamos disfrutando, como sociedad, al menos de la salud que teníamos antes del invierno del pasado año.

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