José Luis Fontalba es veterinario en la Costa del Sol y durante su estancia en Inglaterra (2007-2010) se le despertó la curiosidad de estudiar los efectos positivos que pueden causar los animales en las conductas de las personas. Por ello decidió realizar su tesis doctoral sobre terapia asistida con animales de compañía. Fue así como comenzó este proyecto que en noviembre finalizará con la lectura de un trabajo multidisciplinar en el que han intervenido diferentes profesionales sanitarios, y que asegura, no tiene precedentes en la UMA.
“Yo me he centrado en los aspectos cognitivos y psicológicos después de un periodo de intervención en Salud Mental en el área norte de Almería donde hemos realizado 8 sesiones con dos grupos de trabajo y un grupo control, cada uno con 20 personas y una hora de duración, entre las que había días de descanso. La idea era sacar un aspecto positivo de la personalidad que con otras terapias no se había manifestado», explica el veterinario.
La idea era la siguiente: les contaban a los pacientes que tenían que ayudar en el adiestramiento de un perro. Para ello tenían dos protagonistas: Guadalupe y Pachi. Uno estaba totalmente adiestrado y otro solo a medias. Lo cierto es que los perros que se utilicen tienen que estar adiestrados en cierta medida para poder estar con los pacientes. “Pachi es un perro cojo, lo que causa un efecto-estigma, ya que el paciente se ve reflejado, dado que en la sociedad las enfermedades mentales siguen sin comprenderse”, especifica.
Se trataba de dos perros bodegueros andaluces. Guadalupe fallecía tiempo después de finalizar el estudio. Este es uno de los factores a tener en cuenta según explica el veterinario; a la hora de seleccionar los animales pues el estudio dura varios años y las personas una vez se familiarizan con un perro, solo quieren tratar con ése. De esta forma el estudio no es reproducible. Normalmente cuenta que se utilizan los labradores o los golden terrier, pero en esta ocasión escogieron una raza autóctona, por mayor familiaridad con los pacientes.
Terapia con niños
En un principio, José Luis Fontalba quería realizar la dinámica con niños con Síndrome de Asperger, pero la problemática de ser menores y la necesidad del consentimiento de los padres, le hizo reorientar el paciente destinatario. En este sentido, tiene alguna experiencia de ayudar a padres a seleccionar un perro para tener en casa y que ayude a corregir determinadas conductas de sus hijos y asegura que es realmente satisfactorio ver ciertas progresiones. Por ello, sigue teniendo interés en contactar con alguna asociación que tenga a bien introducir este tipo de terapias con los menores.
Según ha percibido en su estancia en el extranjero, estas iniciativas terapeúticas son mucho más frecuentes en otros países desde hace años, pero “quizás por la propia idea de que los animales estaban dentro de la casas desde hace muchos más años por la climatología, mientras que aquí en nuestro país, y concretamente en Andalucía, hasta hace relativamente pocos años los perros estaban en la calle”, aclara. Esto, asegura está cambiando en España y favorece la línea de investigación que él lleva a cabo. “Incluso existe un máster en Sevilla sobre terapia asistida. Se marca una tendencia nueva con respecto a los animales”.
Los resultados aún están procesándose, aunque ya saben de algunos sesgos que se han cometido y de mejoras que deben implementarse a la hora de seguir profundizando en la materia. A pesar de eso, Fontalba asegura que hay resultados muy positivos como pacientes que quieren dedicarse al adiestramiento de perros, adoptar una mascota o incluso alguno que ha asistido a su entrevista semanal después de un año. Este estudio marca un precedente en el panorama sanitario para sentar las bases y seguir investigando sobre los beneficios que causa la compañía de los animales.
José Luis Fontalba
Licenciado en la Universidad de Córdoba en Veterinaria en 2005. Realizó el tercer ciclo de investigación en la UMA en la facultad de Ciencias de la Salud. Actualmente está realizando un máster en traumatología veterinaria. Es veterinario clínico en un centro de Torremolinos y próximamente comenzará en el Hospital Veterinario de la Costa del Sol, donde su tesis ha enriquecido sin duda su currículum. Está realizando su tesis de forma altruista y considera que así aporta su granito de arena a la investigación, además de creer que existe un nicho de mercado aprovechable por diferentes profesionales sanitarios, si consiguen trabajar de la mano. Además José Luis Fontalba es bodeguero con una empresa familiar que se encuentra en Almargen de donde sale el caldo que da nombre a Andresito.
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