En plena vuelta al cole y con miles de niños y niñas en Andalucía regresando a las aulas y a los comedores, el Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía (CODINAN) ha advertido de la necesidad de que los centros educativos cuenten con la figura del dietista-nutricionista para cuidar la alimentación de los escolares.

La presencia de estos profesionales en los colegios contribuiría a frenar entre la población más joven el incremento de patologías provocadas por una mala alimentación, principalmente el sobrepeso y la obesidad. Según ha advertido la OMS, más de mil millones de personas en todo el mundo padecen obesidad, de las cuales 160 millones son niños.

Por este motivo, el máximo organismo a nivel mundial en cuestiones de salud ha destacado la importancia de prevenir y controlar la obesidad desde las primeras etapas de la vida y hasta la edad adulta a través de la alimentación, la actividad física y la atención necesarias. Hay que tener en cuenta, además, que la obesidad es una patología de carácter crónico que, cuando se desarrolla a edades tempranas, tiende a perpetuarse, lo que afectará tanto a la calidad como a la esperanza de vida del menor.

Por ello, cuidar la alimentación desde edades tempranas se hace aún más necesario, también para evitar otras patologías fruto de una alimentación poco saludable, como la diabetes tipo 2, la hipercolesterolemia o la hipertensión infantil, que antes eran propias solo de la edad adulta, pero que cada vez son más frecuentes entre los más jóvenes.

En los centros escolares se debería poder actuar sobre todos estos graves problemas, desde la educación y la promoción de la salud, con medidas preventivas que, además, permitirían ahorrar en gasto sanitario. En el comedor de los colegios, el dietista-nutricionista debe ser el profesional sanitario que realice una supervisión de todos los menús servidos, controlando su idoneidad nutricional y su calidad organoléptica.

El peligro de las alergias alimentarias

Este profesional debe ser también el encargado de realizar un adecuado control de alérgenos, y controlar que no haya contaminación o contacto cruzado entre los distintos tipos de alimentos que van a formar parte de las diversas dietas que se sirven en el comedor. El problema de las alergias alimentarias afecta a cada vez más niñas y niños y en los próximos 30 años podría llegar a afectar al 50% de la población según algunos estudios, lo que añade una razón más para que los colegios cuenten con profesionales adecuados a la hora de las comidas.

En definitiva, contar con dietistas-nutricionistas en los centros educativos permitiría, por un lado, supervisar todas las actividades que puedan suponer un riesgo para el menor alérgico o intolerante (como excursiones o fiestas) y, al mismo tiempo, ofrecer alternativas saludables para aquellos que sufran patologías relacionadas con la ingesta de alimentos, como son la obesidad o la diabetes.

Asimismo, con la presencia de este profesional se podrían atender aquellas dietas especiales que puedan estar motivadas por motivos religiosos, éticos o culturales, asegurando un correcto aporte de nutrientes para cada variante. Es necesario puntualizar que la población extranjera empadronada en Andalucía está en continuo crecimiento y ya representa hasta un 9,5% del total de nuestra comunidad autónoma.

Por otro lado, no debemos olvidarnos del aspecto medioambiental. Cada vez es más patente la preocupación por el cuidado del medio ambiente, tanto por parte de las familias como por parte de las administraciones públicas. Asegurar menús más sostenibles con el planeta, así como el cumplimiento de la normativa sobre la prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario (cuyo proyecto de ley fue aprobado por el Gobierno el pasado mes de enero), serían otras de las funciones a desarrollar por el dietista-nutricionista escolar.

La prevención y el tratamiento de todas las patologías relacionadas con la alimentación deben contar con la complicidad y la formación de toda la comunidad educativa y las familias. Por ello, debería existir la figura de un dietista-nutricionista que asesore a las familias y al profesorado, imparta talleres y sea el referente para las consultas de cualquier duda que surja en relación con la alimentación de nuestros niños y niñas.

 

Leave a reply