En esta entrevista, nos adentramos en el fascinante mundo del manejo y control de las alergias, y exploramos el papel esencial que desempeña el personal de enfermería en este ámbito. Para ampliar nuestra comprensión, hemos tenido el honor de entrevistar a Mª Auxiliadora Guerrero García, supervisora de la Unidad de Alergología del Hospital Regional Universitario de Málaga, quien compartirá su experiencia y conocimientos sobre el tema. A través de esta conversación, nos sumergiremos en la labor enfermera, descubriendo su contribución vital en el cuidado y atención de los pacientes alérgicos.
P: ¿Cuáles son las alergias más comunes en la provincia de Málaga?
R: En los últimos años la prevalencia de las alergias en la provincia de Málaga ha crecido y se sitúa en torno al 30% de la población y parece ser que este hecho está íntimamente relacionado con el cambio climático y con la contaminación.
Este incremento en la prevalencia se ha visto reflejado, sobre todo, en las alergias respiratorias: en la rinitis alérgica y en el asma alérgica.
En Málaga, en relación con los alergenos, tradicionalmente, la principal causa de alergia respiratoria han sido los ácaros. Sin embargo, los pólenes, cada vez van tomando más fuerza. Fundamentalmente el polen de olivo, seguido de otros como el ciprés y el plátano de sombra que, aunque están a gran distancia del polen del olivo, están adquiriendo una mayor relevancia clínica.
Como he comentado, cada vez existen más evidencias de que el calentamiento global hace que los periodos de polinización sean más largos y por lo tanto se incremente el tiempo de exposición a determinados pólenes. En relación con la contaminación, ésta puede hacer que se modifiquen los pólenes, se hagan más alergénicos y tengan mayor capacidad para inducir más síntomas en los alérgicos sensibilizados a ellos.
Como ejemplo, en nuestra provincia, sobre todo en la zona de la Axarquía y valle del Guadalhorce, cabe destacar la presencia de la parietaria, polen perenne, que con el aumento de las temperaturas puede florecer más e inducir síntomas más graves.
Así mismo, tanto el cambio climático, como la contaminación, también están afectando a otros alergenos como los ácaros y los hongos y están facilitando el crecimiento de especies invasoras que anteriormente no existían en nuestra zona. Así, como ejemplo de planta invasora, podemos destacar la presencia, cada vez mayor de la salsola, planta propia de zonas más secas.
P: ¿Cuál es el papel de las enfermeras en el manejo y control de las alergias?
R: Considero que el papel de la enfermera para el funcionamiento y desarrollo de las unidades de Alergología es, en la actualidad, un papel esencial, aportando, sin duda alguna, cuidado tanto profesional como humano.
Debemos tener en cuenta que, al hablar de enfermedad alérgica, hablamos de una patología compleja, heterogénea, con gran variabilidad y que tiene un enorme impacto, no sólo en los pacientes que la padecen, sino también en sus familias y en la sociedad en general.
Y es por todo ello, que la enfermera constituye una pieza indispensable dentro del complejo engranaje que conlleva el correcto manejo y control de la enfermedad alérgica. Desarrollando un papel integral y fundamental en la realización de las distintas pruebas diagnósticas, en la administración de tratamientos, en el seguimiento de los pacientes y por supuesto en la educación del paciente alérgico. Podemos decir que constituyen el nexo de unión entre el paciente y el resto de profesionales que atienden al paciente.
Por otro lado, me gustaría poner en valor la formación y especialización de la enfermería que trabaja en la unidad de Alergología. Los procedimientos, tanto diagnósticos como terapéuticos que se desarrollan en nuestro servicio, fundamentalmente los relacionados con las actividades de Hospital de Día, dedicados a las pruebas de exposición controlada con medicamentos y alimentos, conllevan, por la propia naturaleza de la prueba, riesgo de reacciones alérgicas que en ocasiones pueden ser de riesgo vital, por lo que la formación de las enfermeras tanto en la identificación como en el manejo de una reacción aguda es crucial para la seguridad del paciente.
Como ya he mencionado anteriormente, cada vez hay más alergias y con mayor gravedad y llegan a la unidad pacientes con patologías más complejas. Pacientes a los que la enfermera de Alergología atiende, cuida y trata de manera integral, teniendo siempre en cuenta las circunstancias personales de cada uno de ellos.
En muchos casos, el paciente alérgico, es un paciente que presenta mucho miedo y angustia, derivados de situaciones vividas previamente. Sobre todo, pacientes que han tenido reacciones especialmente graves tras la toma de algún medicamento, alimento o tras sufrir la picadura de himenópteros (avispas y abejas). Son estos pacientes, con los que la enfermera establece, durante el tiempo que dura el estudio alergológico, una relación muy estrecha.
P: ¿Qué acciones lleváis a cabo para ayudar a los pacientes a identificar y controlar sus alergias?
R: En primer lugar, para poder ayudar a los pacientes a identificar y controlar sus alergias, es imprescindible y necesario realizar un correcto diagnóstico.
Al hablar de los profesionales que desarrollan su actividad en la unidad de Alergología, hacemos referencia a un equipo multidisciplinar, en el que cada uno de sus integrantes desarrolla un papel esencial y complementario.
El establecer el diagnóstico a un paciente alérgico, conlleva que dicho paciente haya entrado en contacto con diversos profesionales, cuya actuación conjunta va a llevar a su diagnóstico.
Una vez establecido éste y en función del tipo de alergia diagnosticada (alergia a alimentos, medicamentos, rinitis, asma, alergia a veneno de avispas y abejas…), al paciente se le indicarán una serie de medidas de evitación de factores desencadenantes y se procederá a explicar el tratamiento prescrito. Estas dos acciones, adquieren una gran importancia, ya que van a resultar imprescindibles para el correcto control de la enfermedad alérgica y aquí es donde la educación sanitaria es esencial.
Por otro lado, no podemos olvidar que, en muchos casos, la calidad de vida del paciente alérgico se ve alterada y es en ese sentido en el que tenemos un amplio campo de trabajo, intentando conseguir que dicha afectación sea la menor posible.
P: ¿Cuál es la importancia de la educación sobre los síntomas y la prevención de las reacciones alérgicas en el manejo de estas condiciones?
R: La educación sanitaria del paciente alérgico es un elemento básico para el control de la enfermedad y la eficacia del tratamiento.
Podemos considerar que el objetivo final de la educación dirigida al paciente alérgico es dotarlo de las habilidades y conocimientos necesarios para asumir el control de la enfermedad, mejorando así el autocuidado y el cumplimiento terapéutico.
El paciente debe adquirir estas habilidades y conocimientos para poder controlar sus síntomas, cobrando gran importancia, sobre todo, en aquellos casos en los que su vida se pueda ver comprometida. Por ejemplo, es fundamental instruir al paciente en el manejo de autoinyectores de adrenalina, el correcto uso de inhaladores para el tratamiento del asma, la autoadministración de fármacos biológicos en pacientes con enfermedades alérgicas graves, autoadministración de fármacos para el tratamiento de crisis en pacientes con angioedema hereditario (AEH), la correcta evitación de factores desencadenantes y una larga lista en la que la enfermería es quien trabaja de forma directa y activa con el paciente.
Tampoco podemos olvidar que para que los programas educativos sean efectivos, es necesaria una adecuada formación de los profesionales sanitarios, adquiriendo también gran importancia que el profesional mantenga una buena comunicación y relación con los pacientes.
P: ¿Cuáles son los desafíos más comunes que enfrentan al tratar con pacientes alérgicos en el entorno hospitalario?
R: Podemos decir que la Alergología es una especialidad muy dinámica, con importantes y frecuentes avances. Además, las alergias están muy relacionadas con el denominado exposoma, el cual engloba a todos los elementos que influyen en el individuo como son el estilo de vida, entorno laboral, dieta, factores biológicos y microbiota intestinal entre otros, lo que hace que aumente la complejidad del manejo del paciente alérgico. Y así nos encontramos con un primer gran desafío que es estar actualizados y formados en todos aquellos avances que se vayan produciendo y que nos permitan tratar al paciente de una manera integral, sin olvidar la individualidad de cada uno de ellos.
Por otro lado, no podemos olvidar los pacientes que en nuestra unidad son atendidos en las distintas salas de Hospital de Día. Son pacientes que han presentado reacciones alérgicas severas o que padecen patologías graves como el asma grave o la patología cutánea grave y su correcto manejo constituye un auténtico desafío debido a la complejidad que presentan.
En cada una de las salas de Hospital de Día (en la actualidad disponemos de 3 salas) se realizan procedimientos tanto diagnósticos como terapéuticos muy especializados.
Entre ellos caben destacar las terapias de desensibilización a fármacos y los procedimientos diagnósticos de exposición controlada a fármacos y alimentos, administración de inmunoterapia (alergenos respiratorios, veneno de himenópteros y a algunos alimentos), provocaciones nasales y bronquiales…
En el caso de las terapias de desensibilización a fármacos, no puedo dejar de mencionar, el desafío que conlleva la referente a los quimioterápicos, ya que son las que mayor complejidad presentan, tanto a nivel asistencial como a nivel emocional, por las características tan especiales de estos pacientes, dado que no se trata del perfil de paciente que se ve mayoritariamente en una consulta de alergia. Y desde estas líneas me gustaría agradecer a las enfermeras de la unidad, el gran trabajo y esfuerzo que realizan en su día a día, especialmente en el Hospital de Día de alergia a medicamentos.
Y si seguimos hablando de desafíos, no puedo dejar de mencionar, la labor realizada desde la unidad en el campo de la investigación. Se trata de una unidad con una gran trayectoria investigadora, tanto a nivel nacional como internacional, en la que las enfermeras participan de manera activa como investigadores colaboradores. La unidad, entre otros, ha participado y sigue trabajando actualmente en estudios relacionados con la vacuna del Covid-19, con estudios de reacciones a fármacos quimioterápicos, estudios de alimentos y de alergia respiratoria.
Hemos mencionado anteriormente la importancia de la educación sanitaria y lo esencial como parte del tratamiento. En este sentido, es importante señalar, a varios grupos de pacientes que quizás requieran de una atención especial, me refiero a los pacientes que padecen asma, pacientes con AEH y a los pacientes adolescentes con alguna enfermedad de tipo alérgico.
En el caso del paciente con asma, en determinadas ocasiones, el paciente no es consciente del importante deterioro en su función pulmonar y sólo toma conciencia de ello cuando, tras la realización de una prueba funcional respiratoria, comprueba los valores alcanzados y la posibilidad de mejorarlos con el cumplimiento del tratamiento prescrito y la evitación de factores desencadenantes. Aquí la educación sanitaria y el papel que juega la enfermería se traduce en una mejor adherencia al tratamiento, lo que conlleva mejor control de la enfermedad con menor número de reagudizaciones y menor asistencia a urgencias.
Al hablar de angioedema hereditario (AEH), hablamos de una patología incluida en el grupo de las denominadas enfermedades raras y su correcto manejo y control también constituye un desafío para los profesionales. Es por ello, que, desde hace varios años, existe una unidad específica en el servicio de AEH, en la que lo profesionales que la integran, mantienen un estrecho seguimiento y contacto con cada uno de estos pacientes.
El otro grupo, cuyo correcto manejo, también constituye un importante desafío lo forman los adolescentes. Muchos de ellos, presentan problemas a la hora del cumplimiento terapéutico. El miedo a llamar la atención, a ser ridiculizados o el hecho de tener que llevar consigo los dispositivos de inhalación o los autoinyectores de adrenalina, hacen que en numerosas ocasiones no realicen el tratamiento prescrito y ello conlleve a un mal control de la enfermedad.
P: ¿Qué consejos o recomendaciones daría a las personas que sufren de alergia para mejorar su calidad de vida y prevenir reacciones alérgicas?
R: En este sentido es muy importante que el paciente conozca a qué alergeno o alergenos está sensibilizado y a partir de ahí se le explicarán y se le facilitarán una serie de medidas de evitación de factores desencadenantes.
En el caso de alergias respiratorias algunas medidas de evitación serán más eficaces en cuanto se pueda evitar completamente el nivel de exposición a desencadenantes, sin embargo, en otros casos, la evitación completa será más complicada de llevar a cabo.
En líneas generales, entre las normas de evitación a los aeroalergenos más frecuentes encontramos las siguientes:
- Ácaros: Por su persistencia en el espacio doméstico, son una causa importante de alergia. Se recomienda la utilización de fundas impermeables para colchones y limpieza de ropa a altas temperaturas. Mantener el nivel de humedad en los domicilios por debajo del 45 % ya que esto limita su crecimiento. Utilización de aspiradores con filtros HEPA, evitando el uso de escobas, plumeros y objetos que puedan acumular polvo.
- Hongos: Evitar la formación de humedad en ventanas y paredes, sobre todo en estancias como el baño. No acumular plantas de interior o vegetación densa en terrazas, evitar humidificadores y mantener en buen estado de higiene los sistemas de aire acondicionado y de calefacción.
- Pólenes: En los meses de predominio de polen en pacientes sensibilizados, el paciente deberá evitar las salidas al campo, evitar salir de casa los días con viento, secos y soleados. No abrir las ventanillas del coche, utilización de gafas de sol que cubran el máximo posible y uso de mascarillas.
- Epitelio de animales: Evitar contacto con los mismos y aunque más complicado de conseguir, retirar a la mascota del entorno del paciente.
En el caso de pacientes con sospecha de alergia a fármacos, desde el primer contacto del paciente con la unidad, se le proporciona un listado con aquellos fármacos que debe evitar y con fármacos que sí puede tomar, para que el hecho de ser alérgico a un determinado fármaco no suponga un obstáculo o una limitación en el tratamiento de posibles enfermedades futuras.
Algo similar ocurre en el caso de sospecha de alergia a alimentos. El paciente alérgico necesita conocer que alimentos puede ingerir para poder llevar una alimentación nutricionalmente correcta y adecuada que no se vea influenciada negativamente por una sospecha no confirmada de alergia a alimentos.
En cuanto a pacientes con alergia a veneno de avispas y abejas, entre las medidas a tomar que se deben tener en cuenta son: Evitar acudir al campo o jardines durante primavera-verano con ropas de colores llamativos (naranja, amarillo, rojo, verde, etc.) y con perfumes penetrantes. Es aconsejable llevar cubiertos brazos y piernas, no andar descalzo por jardines o campo. Y se debe tener cuidado si lleva comida y/o bebidas azucaradas al campo, sobre todo a finales de verano y otoño.
P: ¿Cómo promueven la participación activa del paciente en el manejo de sus alergias y qué herramientas utilizan para facilitar esto?
R: El equipo de enfermería de la unidad, a lo largo del año, imparten talleres formativos a pacientes con alergia a fármacos, alimentos, alergia a veneno de himenópteros, pacientes con AEH y pacientes asmáticos. En estos talleres el paciente adquiere un papel activo, fundamentalmente en los relacionados con el adiestramiento en manejo de los autoinyectores de adrenalina y en la autoadministración de fármacos biológicos y fármacos para el tratamiento de AEH.
En líneas generales, al paciente, se le da información oral sobre el uso/administración del medicamento y además se le entregan folletos informativos y documentación donde se recogen las distintas medidas de evitación de factores desencadenantes.
Se les recomienda el empleo de aplicaciones validadas (apps), en las que, entre otros aspectos, pueden llevar un seguimiento de la respuesta al tratamiento establecido y del impacto de la patología en su calidad de vida. Este tipo de aplicaciones cada vez son más frecuentes y al paciente se le debe indicar que deben consultar y utilizar aquellas que ofrezcan información certera y contrastada y que procedan de fuentes fiables acreditadas.
Entre otras, el paciente puede encontrar información sobre desencadenantes y medidas de evitación a través de:
- Páginas de sociedades científicas:
- https://www.seaic.org/alergia-abejas-y-avispas/sobre-laalergia/medidas-preventivas
- https://alergosur.es/soyalergico/
- https://www.seicap.es/es/hojas-de-recomendaciones_73528
- Asociaciones de pacientes:
- https://fenaer.es/noticia/diez-puntos-para-mantener-el-asma-bajo control
- Apps como R-Alergo, Polen Control creada por la SEAIC (Sociedad Española Alergología e Inmunología Clínica)) o Pollen Info.
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