Bajo la escultura El árbol de la vida, situada en la Plaza de los Sagrados Corazones de Madrid, la Organización Médica Colegial (OMC) ha rendido esta mañana un nuevo homenaje a los médicos y profesionales sanitarios por su entrega y sacrificio durante la pandemia COVID-19.

Con este tributo, la OMC ha querido ensalzar el enorme valor de las profesiones sanitarias para la sociedad española en todo momento, pero de manera muy especial durante la gran crisis sanitaria de la COVID-19, un periodo en el que todo el país vivió una situación desconocida y desconcertante, pero en la que el esfuerzo, dedicación, profesionalidad y vocación de los profesionales sanitarios fue clave para superarla.

Muchos de estos profesionales sanitarios, 125 médicos, fallecieron en acto de servicio, personas que dieron lo más preciado que tenían, sus vidas, por todos nosotros. Ellos son las raíces de este árbol de la vida, una escultura donada por la Fundación A.M.A. e inaugurada por Sus Majestades Los Reyes de España en diciembre de 2020, que hoy ha vuelto a albergar un acto en recuerdo y reconocimiento de los millones de profesionales sanitarios y de su necesaria labor.

Al acto acudió en representación del Colegio de Médicos de Málaga el presidente, Dr. Pedro J. Navarro.

El presidente de la OMC, Dr. Tomás Cobo, ha iniciado las intervenciones enalteciendo a los profesionales sanitarios vivos y a los que perdieron su vida durante la pandemia “pero que aún permanecen en la sociedad generando un espíritu de bondad. Hoy rendimos homenaje a la vocación de servicio a los demás y a la defensa de la dignidad del ser humano. Que es nuestro deber como personas y como profesionales sanitarios. Hoy rendimos homenaje a la cooperación entre todos y al trabajo en equipo que fue clave para vencer el virus en la pandemia cuando la sociedad estaba al borde del abismo. Esta es la lección que nos deja la pandemia y este es el ejemplo que debe guiarnos e inspirar a las profesiones sanitarias para seguir trabajando juntas en la atención a los enfermos”.

Por su parte, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha hecho un sentido recuerdo a todos quienes participaron y ayudaron durante la pandemia en los centros sanitarios. “No podemos olvidar lo que pasó, debemos de transformar aprendizajes en políticas”. Se ha referido a los profesionales sanitarios como “personas de carne y hueso que ejercemos una profesión vocacional y científica con respeto al servicio público. No somos héroes”.

Ha enfatizado que “este homenaje es una acción para preservar la memoria de esos profesionales que aun exhaustos dieron todo lo que tenían y que son de un valor incalculable”. En su opinión, “la mejor forma de rendirles homenaje es cuidándolos y tratándoles bien, es decir, reconociendo su trabajo diario. La profesión médica y el resto de los sanitarios somos simples servidores públicos con una vocación que no nos cabe en el corazón”.

La voz de Ainhoa Arteta conduce el acto de homenaje

La soprano Ainhoa Arteta ha sido la encargada de ponerle voz y música a este tributo con distintas actuaciones a lo largo del acto homenaje celebrado en la Plaza de los Sagrados Corazones de Madrid. Asimismo, durante una de sus actuaciones se han proyectado algunas imágenes de la pandemia captadas por la fotógrafa Natalia García en el hospital de Getafe (Madrid).

El árbol de la vida

La escultura del artista Jaume Plensa, de 7 metros y medio de altura y 6 toneladas de peso, presenta un corazón en lo alto de la columna y se ha convertido en un símbolo de gratitud a los profesionales sanitarios y una invocación a la memoria de su entrega durante la pandemia.

El Dr. Diego Murillo, ha resaltado que la donación del monumento por la Fundación A.M.A. al Ayuntamiento de Madrid tiene como fin “que las generaciones venideras sean conscientes de lo que significó la pandemia en nuestro país”.

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