Desde nuestra adhesión a la Plataforma para la Jubilación Anticipada en Instituciones Sanitarias (JAVIIS), el Colegio de Enfermería de Málaga ha prometido no cesar en su empeño hasta conseguir que el ejercicio de la enfermería sea considerado en nuestro país una profesión de riesgo. La Junta de Gobierno, asegura, seguirá trabajando para dar respuesta a la problemática que supone para los colegiados seguir trabajando en condiciones especialmente penosas y duras, “mejorando, en consecuencia, la atención a ciudadanos y pacientes, además del funcionamiento del nuestro sistema sanitario”.De hecho, el colectivo denuncia que las administraciones sanitarias públicas no están teniendo en cuenta los diversos factores de riesgos laborales que se encuentran en los centros sanitarios. “Hablamos de factores de riesgos laborales, relacionados con las condiciones de seguridad como pueden ser golpes, caídas, contagios; con el medio ambiente de trabajo a través de agentes biológicos, fármacos, tóxicos o contaminantes químicos, así como con la carga y la organización del trabajo mediante la movilización de enfermos, nocturnidad, estrés, etc.” Señala el presidente de las más de 8.000 enfermeras malagueñas.
Es por ello por lo que el Colegio insta a las administraciones sanitarias a estudiar los coeficientes reductores en la edad de jubilación de los sanitarios con el objetivo de velar por los derechos de las enfermeras. “Lo más apropiado sería alcanzar una jubilación de forma progresiva y totalmente voluntaria. De manera que nuestros colegiados no llegaran a sufrir una desconexión brusca de la actividad, abriendo la puerta a la transferencia de conocimientos y experiencias antes de su jubilación total” ha explicado José Miguel Carrasco, presidente del Colegio de Enfermería de Málaga.
Pandemia, agravante del Síndrome de Burnout
El Síndrome de Burnout hace referencia a la cronificación del estrés laboral, manifestado de forma general a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y que puede incluso llegar a alterar la personalidad y autoestima del trabajador. “Las profesiones sanitarias se encuentran expuestas a muchos de estos factores estresores, debiendo ser consideradas grupo alto de riesgo. Las repercusiones de esta situación suponen un gran problema para nuestro sistema sanitario mermando la calidad asistencial ofrecida a los malagueños y malagueñas” ha añadido.
Para José Miguel, en un contexto de crisis sanitaria internacional donde nuestros profesionales se han enfrentado a la falta de protección, riesgo de contagio, una elevada carga laboral y una insostenible presión asistencial, esta reivindicación se hace más necesaria que nunca. “La pandemia ha incrementado la necesidad de imponer esta consideración, ya que nuestros colegiados se han enfrentado en primera línea, plantando cara a un virus desconocido y arriesgando su vida para cuidar a la ciudadanía. Esta sobrecarga asistencial ha sido la puntilla para la profesión” ha reivindicado.
Y es que, para muchas enfermeras, además del riesgo de su profesión también se suma la alta intensidad horaria con jornadas maratonianas y guardias, un aspecto que para este Colegio debería reflejar la prestación de jubilación. “El incremento de las bajas de profesionales, unido a la carencia histórica de personal en nuestro sistema de salud y el incremento de actividad asistencial, ha implicado un importante impacto en las condiciones de las enfermeras que han tenido que asumir jornadas maratonianas sostenidas a lo largo del tiempo, generando un coste muy elevado para su salud”.
Agresiones a sanitarios
En este sentido, otro dato que nos lleva a reivindicar de forma sólida esta petición es el incremento de agresiones que los sanitarios de nuestra provincia vienen sufriendo por la saturación, carencias y deterioro de la sanidad pública. Una circunstancia que llevó a este Colegio a dirigirse a la Delegación Provincial de Salud para solicitar la contratación de personal de seguridad que protegiera los derechos del colectivo en el ejercicio de su profesión. “Los problemas psicológicos y emocionales afectan al 85% de la profesión que viene sufriendo ansiedad, insomnio, depresión… Esto, unido al incremento de las agresiones que venimos sufriendo, reafirma la necesidad de que nos consideren profesión de riesgo para obtener los beneficios en la jubilación anticipada ante el incremento de secuelas físicas y psicológicas padecidas por el colectivo” ha concluido.
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