La solidaridad veterinaria se ha dejado ver una vez más, esta vez, gracias a la iniciativa del Colegio de Veterinarios de Málaga en colaboración con la institución Cáritas Diocesana de Málaga para identificar a animales de tutores en riesgo de exclusión social. Concretamente se ha llevado a cabo de la mano de la veterinaria y vicesecretaria de la institución colegial, Noelia Díaz, la identificación de Blue, la perrita de Nina Katerina usuaria de las instalaciones de Hogar Pozo Dulce.
Hogar Pozo Dulce se trata del único centro de la provincia de Málaga de Cáritas que permite que las personas sin techo puedan hacer uso de él acompañado de su animal de compañía, siempre que cumplan unos requisitos sanitarios establecidos.
El Colegio de Veterinarios de Málaga ha vacunado, desparasitado, microchipado y realizado el ADN canino en un proyecto de colaboración con Cáritas para ayudar a aquellas personas sin recursos y en riesgo de exclusión social que hacen uso de las instalaciones de Cáritas Diocesanas para que esos animales puedan permanecer en las instalaciones de forma sanitariamente correcta.
La empresa URANO VET ha participado en el proceso de colaboración con la cesión de un microchip.
La perrita, por fin, puede acompañar a su dueña en permanecer en el hogar de Cáritas Diocesanas que la entidad tiene en C/ Pozo Dulce.
Hogar Pozo Dulce
El Hogar Pozo Dulce, inaugurado en el año 2001, dentro del gran acontecimiento del Año Jubilar, acoge a personas sin hogar en situación de riesgo, favoreciendo una recuperación integral y proporcionando un lugar alternativo de convivencia, donde se promueva la recuperación de las relaciones personales, mejorando su calidad de vida y acercándoles a los recursos existentes de esta actividad. En él trabajan un gran número de voluntarios de Cáritas, en coordinación con las Hijas de la Caridad.
En las dos últimas décadas, decenas de personas sin hogar que se encontraban en las calles de nuestra ciudad, han hallado en el Hogar Pozo Dulce un lugar donde poder vivir con dignidad, volver a sentirse querido, escuchado, respetado. Hasta llegar allí, en buena parte de los casos, ha sido necesario recorrer junto a ellos un largo camino de semanas e incluso meses, tiempo este en el que el equipo que compone la Unidad de Calle del centro gestionado por Cáritas Diocesana, se encarga de visitarles, acompañarles y orientarles.
Se trabaja desde una línea promocional, en la recuperación de determinados aspectos personales (familia, relaciones interpersonales, etc.), que favorezcan la inserción social y en algunos casos socio-laboral.
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