Ante la declaración de emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) emitida el pasado 14 de agosto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a causa de la nueva epidemia de mpox (anteriormente viruela del mono), la Organización Médica Colegial de España (OMC) incide en la conveniencia de trabajar en medidas preventivas, formativas y estructurales dentro de nuestro Sistema Nacional de Salud para prevenir y responder de manera adecuada a esta situación.
¿Qué es la mpox y cómo se contagia?
La mpox o viruela-m es una enfermedad transmisible de persona a persona causada por un virus de ADN. La mpox se transmite principalmente por contacto directo estrecho con las lesiones, como durante el contacto íntimo, principalmente de tipo sexual pero no exclusivamente. Se puede contraer por profesionales sanitarios que no utilicen medidas de protección (guantes). Más raramente, puede haber transmisión por el aire, desde algunos pacientes. Sin embargo, hasta la fecha, este mecanismo no es importante en cuanto a su frecuencia.
La comunicación de la OMS es una llamada de atención para activar los sistemas de vigilancia epidemiológica, los protocolos de control y promover la producción de antivirales y vacunas. No obstante, es tan importante reconocer el problema como darle su debida dimensión, buscando un correcto equilibrio, con transparencia, sin edulcorarla y sin alertar innecesariamente. En este sentido, las agencias de salud muestran que, aunque haya expansión internacional, es poco probable la difusión masiva dentro de los países europeos.
Asimismo, cabe recordar que durante la anterior epidemia de mpox en 2022 en España se produjeron 2.698 casos autóctonos y 4.818 importados; España fue uno de los países más afectados fuera de África y nada asegura que esto no se vaya a repetir, o incluso superar, dadas las circunstancias del actual brote epidémico. Por tanto, este aspecto dentro del ámbito de la sanidad exterior debe de ser uno de los ejes de la estrategia que establezcan las autoridades pertinentes.
Ante este contexto y para evitar sorpresas y fallos en nuestros sistemas sanitarios, desde la Organización Médica Colegial instan a las autoridades sanitarias a desarrollar guías de práctica clínica que permitan una respuesta homogénea, universal y basada en la mejor evidencia disponible, así como a implementar las mejoras prometidas en nuestro sistema de salud tras la COVID-19, entre ellas: el aumento de plantillas médicas, reforzar la atención primaria y la puesta en marcha de la nueva agencia de salud pública.
Vacunación y protección para profesionales sanitarios
Respecto a la vacunación, es importante resaltar que ésta puede ayudar a prevenir la enfermedad o las formas graves de la misma en personas de alto riesgo como equipos sanitarios expuestos, personal de laboratorio y contactos cercanos de pacientes infectados.
Los protocolos de manejo actuales incluyen equipos de protección para los profesionales sanitarios que se componen de guantes, batas y mascarillas FFP2. Por ello, desde la OMC enfatizamos la necesidad de que cada centro asegure sus stocks, adaptados a los servicios de Urgencias y las consultas especializadas donde se tratarán a estos pacientes.
El Sistema Nacional de Salud de España es robusto, solidario y social, pero la pandemia por COVID-19 nos dejó importantes lecciones y desafíos pendientes que deben de implementarse ante la llegada de la mpox.
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