Entrevista a José Miguel Carrasco, presidente del Consejo Andaluz de Enfermería y del Colegio de Enfermería de Málaga. Entre otras cuestiones, se profundiza en la labor de la Enfermería durante la pandemia, las mejoras necesarias en el sistema público de salud o los principales objetivos del Colegio de Enfermería de Málaga para los próximos años.

¿Qué balance hace la profesión de este año de pandemia? ¿Cómo lo han vivido los enfermeros? ¿Y el Colegio?

En términos generales, la gestión de la crisis sanitaria ha sido muy complicada. Es cierto que hemos pasado por diferentes fases y de cada una de ellas hemos ido aprendiendo. Como profesionales, nos hemos enfrentado a una enfermedad desconocida, de una altísima transmisibilidad, de gran gravedad, con enorme trascendencia social.

Durante la primera ola, hemos tenido que convivir con muchas incertidumbres y cambios. Como comentaba, la COVID-19 era un virus totalmente nuevo, se desconocían qué tratamientos podían ser eficaces y tampoco teníamos clara su transmisión. A todo esto, hay que añadirle la falta de material y la presión asistencial.

Esas circunstancias fueron duras de llevar, pero la Enfermería ha demostrado gran compromiso, profesionalidad y cualificación. Del mismo modo que se ha demostrado lo que llevamos mucho tiempo reclamando los colegios de Enfermería: hacen falta más enfermeras para ganar en calidad asistencial.

¿Cómo se ha adaptado el Colegio a esta crisis sanitaria?

Desde el inicio de la pandemia, el Colegio ha intentado estar lo más cerca posible de los colegiados, arrimando el hombro en los momentos más complicados. De hecho, en una de las situaciones más difíciles de la primera ola, cuando apenas había medidas de protección, el Colegio decidió colaborar con el colectivo sanitario y ejecutar una campaña de crowdfunding para recaudar fondos y conseguir material.

Además, en la medida que hemos podido, nos hemos esforzado para colaborar con las Administraciones Públicas. De hecho, tuvimos encuentros periódicos con la Delegación de Salud, colaboramos en la recopilación de registros de sanitarios para la vacunación…

Por otro lado, cabe destacar que el Colegio de Enfermería de Málaga lleva meses trabajando de manera homogénea en los campos de accesibilidad, servicios al colegiado y digitalización.  Esto ha permitido ofrecer un servicio de gestión y atención constante en plena crisis sanitaria.

¿Cómo gestionabais los profesionales de la Enfermería el miedo antes de ser vacunados?

El colectivo sanitario ha estado sometido a un fuerte estrés desde el comienzo de la pandemia. En este aspecto, es importante recalcar el rol que juega la gestión emocional para poder seguir cuidando a las personas como profesionales sanitarios. Desde el Colegio organizamos el año pasado un curso gratuito para brindar apoyo psicológico a las enfermeras.

Sin embargo, creo que parte de esa preocupación es lo que nos ha ayudado a permanecer en alerta, activarnos y actuar con rapidez. El problema es que esa preocupación continuada en el tiempo se convierte en ansiedad y estrés.

¿Qué papel están teniendo los enfermeros en la vacunación frente al coronavirus?

Los profesionales de Enfermería son los profesionales de la vacunación en condiciones habituales, y como no podía ser de otra manera, son los profesionales en la vacunación contra el COVID.

Su labor no se centra únicamente en el acto de la administración de la vacuna, sino también en la campaña de captación de usuarios para ofrecerles la vacunación, el registro del procedimiento de la vacunación y la supervisión de complicaciones inmediatas tras la administración.

La implicación de los profesionales de Enfermería ha sido absoluta, no solo en el ámbito de la atención primaria, sino en la atención especializada y en las competencias de la salud laboral. La participación ha estado incluso al margen de su jornada laboral habitual, participando en campañas masivas. De hecho, España está alcanzando unas cifras que superan con creces a muchos de los países del entorno. Los profesionales de Enfermería, y su compromiso, se han convertido en el motor que permite avanzar a pasos agigantados en la actual campaña de inmunización.

En este aspecto, cabe destacar que la Asociación de Jubilados del Colegio de Enfermería de Málaga también lleva meses aportando su granito de arena a la crisis sanitaria de la COVID-19. Tras haber recibido la formación correspondiente, cerca de 60 enfermeras jubiladas malagueñas se encuentran colaborando de manera altruista en la campaña de vacunación contra la COVID-19 desde diferentes centros de salud de la capital y otros puntos de la provincia.

¿Cómo está actualmente la situación de la Enfermería en Málaga?

Como he comentado con anterioridad, previamente a la aparición de la pandemia ya faltaban enfermeras en nuestra provincia. Málaga, junto a Granada, estaba a la cola de Europa en la ratio de enfermeras por ciudadano. Una realidad que evidenciaba la fragilidad de nuestro sistema sanitario y que se ha puesto de manifiesto con las nuevas necesidades sanitarias que ha puesto sobre la mesa la evolución.

Este contexto pone en evidencia la necesidad de una reconversión y una nueva perspectiva a largo plazo que se adapte a la realidad actual. Desde el Colegio de Enfermería de Málaga abogamos por adoptar otro modelo sanitario que permita que la profesión de Enfermería asuma todas sus competencias siempre en beneficio de la ciudadanía.

¿Cuáles son las secuelas que está dejando la COVID-19 en la Sanidad Pública? ¿Qué medidas deberían tomarse para remediarlas?

La COVID-19 ha servido para sacar a la luz las deficiencias y reivindicaciones que venimos realizando los colegios profesionales desde hace mucho tiempo. Uno de los cambios más urgentes que precisa la Enfermería malagueña es, como ya se ha mencionado, la mejora de las condiciones laborales y académicas. Nuestro país invierte mucho dinero en formar muy bien a profesionales de Enfermería y resulta que, cuando están formados, llegan otros países y, con mejoras de condiciones, se llevan a nuestros profesionales.

Además, otro aspecto a mejorar es la ratio enfermera/paciente y la calidad asistencial. La precariedad de los sueldos y la sobrecarga de trabajo empujan a los trabajadores a desplazarse a otros sectores o al extranjero. Según el último estudio publicado por la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia, España necesitará en los próximos cinco años 40.000 enfermeras más de las que tiene en la actualidad.

¿Se valora lo suficiente la labor enfermera? ¿Debería extenderse a otros ámbitos como el escolar?

El colectivo enfermero ha demostrado un comportamiento ejemplar y ha desarrollado un excelente trabajo en esta crisis sanitaria, a pesar de no haberlo realizado en óptimas condiciones. A título personal, considero que la sociedad es consciente del importante papel de la Enfermería en la salud de las personas, cuestión que no se traslada a los ámbitos competenciales de responsabilidad. A los profesionales solo y únicamente nos han llegado aplausos de los ciudadanos, reconocimientos gráficos en medios de comunicación y algún que otro monumento conmemorativo.

Por otro lado, la figura de la enfermera escolar es, sin lugar a dudas, una prioridad de salud pública. El colectivo enfermero viene tiempo exigiendo su integración en la comunidad educativa para desarrollar labores asistenciales y de formación con carácter regular. Desde el Colegio continuaremos trabajando en la implantación de esta figura largamente demandada por nuestros colegiados.  

¿Están aumentando las agresiones al personal de los centros sanitarios? ¿Con qué protección cuentan los enfermeros ante estas situaciones?

Desde el Colegio de Enfermería de Málaga condenamos y mostramos nuestro rechazo ante cualquier agresión al personal sanitario y no sanitario. De hecho, desde el colectivo venimos reivindicando que se establezcan los mecanismos necesarios para evitar que crezcan los casos de violencia en los centros de salud y hospitales.

En añadido, para afrontar este tipo de situaciones de violencia, el Colegio pone a disposición de sus colegiados, el servicio de asesoría jurídica, las 24 horas del día, los 365 días del año. Además, en la página web colenfermalaga.com están disponibles los recursos para prevenir, denunciar y afrontar este tipo de actos de violencia en los centros sanitarios.

¿Cuáles son los principales retos actuales y futuros de la profesión? ¿Cómo vais a ayudar a los enfermeros malagueños a afrontarlos?

Nuestro reto como representantes de las más de 8.000 enfermeras malagueñas es abrir caminos de mejora para la situación de la Enfermería en nuestra provincia.

El Colegio Oficial de Enfermería representa a la profesión, sin distinciones, ni ámbitos laborales con total independencia. Una de las principales reivindicaciones es el reconocimiento social y profesional de la Enfermería, no solo entre otros colectivos profesionales, sino entre los ciudadanos y los poderes públicos. En este sentido, el Colegio seguirá trabajando para mejorar las condiciones profesionales, laborales y académicas del colectivo.

Potenciar la formación e investigación entre los colegiados, asumir las competencias que la profesión tiene encomendadas hasta las mayores cotas de responsabilidad, la presencia de los especialistas de Enfermería, la realidad de la Enfermería Escolar, la gestión competencial en ámbitos de decisión, la lucha contra el intrusismo, la referencia profesional a los ciudadanos como agentes de salud y otras muchas que nos llevarían a tratar con detalle y de forma pormenorizada.

¿Qué proyectos futuros tiene el Colegio?

Algunos de ellos ya han sido expuestos anteriormente. La Junta de Gobierno asumió un compromiso cuando se presentó a las elecciones, entre los que figuraban la comunicación con el colegiado, la transparencia y el buen gobierno, la independencia, la inversión en sistemas digitales y de participación.

En definitiva, desarrollar y progresar en un Colegio referente de participación y en respuesta a las demandas de los colegiados y de los usuarios.

No tenemos que olvidar que los Colegios profesionales no solo deben dar respuestas a sus colegiados, sino a los propios ciudadanos que han dado esa responsabilidad a la profesión para que se regule y adopte las medidas adecuadas para garantizar una correcta atención por parte de los profesionales.

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