La nueva Junta Directiva de la Unión Profesional de Málaga ha tomado este mediodía posesión de sus respectivos cargos en un acto celebrado en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. Presidida por Francisco Florido, máximo responsable del Colegio  de Farmacéuticos de Málaga, el nuevo mandato se inicia con el principal reto de tratar de reducir los problemas que afectan a la sanidad malagueña, desde el ámbito profesional hasta el de los propios pacientes.

El acto, en el que además de los representantes de los once colegios que integran UPROSAMA han estado representantes del Foro Andaluz de Pacientes, de la Asociación Española contra el Cáncer y de la Fundación CUDECA, ha contado con la presencia de la delegada de Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía en Málaga, Ana Isabel González.

Francisco Florido toma el relevo de Juan Antonio Astorga, quien ha presidido esta organización durante los dos últimos años y que ahora ocupará el puesto de Tesorero. Junto a él, Antonio Villalba, del Colegio de Veterinarios de Málaga, y Juan José Sánchez Luque, del Colegio de Médicos de Málaga, serán vicepresidentes; mientras que el puesto de secretario ha recaído en Juan Manuel Nieblas. Además, la Junta Directiva está integrada por Carmina Martín, del Colegio de Logopedas de Andalucía que será la responsable de Relaciones Institucionales; y los vocales Blanca Fernández, del Colegio de ÓpticosOptometristas de Andalucía; Ana Márquez, del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía; Eduardo Crooke, del Colegio de Dentistas de Málaga; Jordi Barnés, del Colegio de Podólogos de Andalucía; y Francisca Ruiz, del Colegio de Psicólogos.

En su intervención, Francisco Florido ha destacado el papel que debe jugar UPROSAMA en un periodo en el que se ha reactivado el interés por dotar a Málaga de una infraestructura sanitaria acorde con las necesidades de la población. En este sentido, el nuevo presidente indicaba que en esta organización “tenemos capacidad para realizar un análisis objetivo de la realidad de la sanidad malagueña y nos ofrecemos como interlocutor entre administraciones y asociaciones de enfermos”.

Por otro lado, ha abogado instaurar protocolos que permitan reforzar la seguridad de todos los profesionales del ámbito sanitario. “No es tolerable que una persona que está realizando su trabajo, y que está prestando un servicio público tan importante como es el cuidado de la salud, reciba agresiones –físicas o verbales- en el ejercicio de su profesión”, apuntó en su discurso. Al mismo tiempo ha apuntado a la necesidad de realizar censo real de los puestos de trabajo a cubrir en los distintos ámbitos y que se ofrezcan unas condiciones laborales que permitan a aquellos que están en el extranjero regresar a su lugar de origen.

Además, ha advertido de otras cuestiones que están causando honda preocupación entre la población como la falta vacunas del meningococo B que provoca tensión entre aquellas personas interesadas en adquirirlas, por lo que ha pedido “a las administraciones y a los propios laboratorios fabricantes que busque solución a esta situación” para qué, añadiía, “entre todos evitemos el excesivo alarmismo que, en torno a estas vacunas, se ha creado”.

Al mismo tiempo ha postulado a UPROSAMA como un canal de comunicación entre administración, profesionales y pacientes, y mostró “la mano tendida de la organización” para seguir trabajando en beneficio de la sanidad malagueña.

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