Desde el Colegio de Enfermería de Málaga se unen al Consejo Andaluz de Enfermería para denunciar que Andalucía es la última comunidad autónoma en contratación de profesionales, lo que obliga a nuestros enfermeros y enfermeras a emigrar a otras provincias y países en busca de mejores condiciones laborales debido a las deficientes políticas del SAS.

La tercera por la cola. Este es el puesto que ocupa Andalucía en la ratio de enfermeras no ejercientes por cada mil habitantes, con un 5,47, siendo la media nacional 6,31 y la europea 8,73. Entre enero y mayo de 2024, hasta 588 enfermeras y enfermeros de todas las provincias andaluzas se han dado de baja por traslado. La temporalidad de los contratos, las pésimas condiciones laborales y la ausencia de bolsas de trabajo específicas para especialidades siguen forzando la salida de profesionales en busca de mejores oportunidades, situación que deteriora la salud de toda la población.

Cifras alarmantes para 2024

Si los pronósticos se cumplen, 2024 será un año trágico para la Enfermería andaluza, puesto que se superará la cifra de bajas de 2023. Según los datos registrados por los ocho Colegios oficiales, durante el pasado año, 1.151 profesionales se vieron forzados a darse de baja en sus provincias. En los primeros cinco meses de 2024, 1.524 egresados han dejado Andalucía, igualando el número de profesionales que han completado su formación en nuestra comunidad.

Fuga de talento enfermero

Así, desde el Colegio de Enfermería de Málaga se adhieren al Consejo Andaluz para denunciar que “Andalucía no solo ocupa una posición vergonzosa en el ranking de ratio enfermera, sino que los datos de enero a mayo de este año evidencian una fuga de talento preocupante. Después de la inversión en formación e investigación, los profesionales se ven forzados a salir para poder desempeñar sus funciones y poner en práctica sus conocimientos”.

Durante las jornadas de salidas profesionales celebradas en varias provincias, se ha detectado que muchos estudiantes que finalizan la carrera en junio ya han adquirido compromisos con centros e instituciones de otras comunidades, que llevan a cabo contrataciones con mayor antelación que el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Esto deja a los centros de salud andaluces sin enfermeras, y este verano, como en todos los periodos estivales, también cerrarán plantas de hospitalización por falta de personal.

Ausencia de bolsas específicas para especialistas

Otro reto significativo es la inexistencia de bolsas de trabajo específicas para algunas especialidades, así como convocatorias de plazas en OPE. Además, no se dispone de una retribución acorde con la formación adicional de las enfermeras especialistas. Andalucía contempla una categoría genérica de enfermera especialista sin bolsas específicas, lo que impide que el conocimiento adquirido durante la especialización revierta en un cuidado diferencial y experto.

Desgaste profesional y emocional

La sobrecarga, el estrés y las malas condiciones laborales también se reflejan en el informe «Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera», una macroencuesta realizada por el CGE a 19.300 profesionales en enero de 2022. Casi un tercio de las enfermeras y enfermeros (33%) reconocía haber sufrido depresión, 6 de cada 10 confirmaban padecer insomnio (58,6%) y un 67,5% sufría episodios graves de ansiedad. Hasta un 46,5% de los profesionales se han planteado dejar la profesión y un 28,4% reconocían «no volver a estudiar la carrera si pudieran dar marcha atrás». Además, el 62.8% de los profesionales que reúnen los requisitos para la jubilación, se ha planteado solicitarla.

Hacia una ratio enfermera-paciente de calidad

Nuestro sistema sanitario exige un incremento de recursos humanos. Para garantizar, proteger y ampliar una cobertura sanitaria y asistencial de calidad, las enfermeras y enfermeros deben poder ejercer en Andalucía. Es intolerable que el talento de nuestra profesión se marche debido a una pésima realidad laboral. Necesitamos que la ratio enfermera-paciente sea de calidad, y para ello, debemos invertir en Enfermería, que es invertir en salud y calidad de vida para todos.

Como ha concluido José Miguel Carrasco Sancho, presidente del Colegio de Enfermería de Málaga, “la situación actual es insostenible. Nuestras enfermeras y enfermeros están soportando condiciones laborales que no permiten desarrollar plenamente sus capacidades y conocimientos. Es esencial que se invierta en mejorar estas condiciones, no solo para retener el talento, sino para garantizar una atención de calidad a todos los ciudadanos. Estamos comprometidos a trabajar incansablemente para que Andalucía sea un lugar donde nuestros profesionales puedan prosperar y ofrecer el mejor cuidado posible”.

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