Las carreras populares están a la orden del día y cada vez son más las personas, entre ellas aficionados y atletas profesionales, que participan en estos eventos deportivos. Sin embargo, para disfrutar de esta experiencia de forma cómoda y sin riesgos de sufrir lesiones debemos cuidar la salud y bienestar de nuestros pies.

Y es que el buen estado de las extremidades inferiores, que soportan todo el peso del cuerpo, es esencial para correr con éxito y sin molestias ni dolor. Por ello, desde el Ilustre Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía se destaca la figura del podólogo, profesional encargado, entre otras funciones, de prevenir y analizar las condiciones de la pisada y asesorar en todo lo que tenga que ver con la zapatilla de deporte más adecuada con el objetivo de compensar cualquier punto de presión que podría derivar en patologías.

 

La importancia del calzado adecuado

El calzado es la primera barrera de protección para los pies y un elemento clave para evitar problemas durante y después de la carrera.

En este sentido, los podólogos recomiendan seguir las siguientes pautas:

  • Elegir un calzado específico para running, que se adapte a la superficie donde se va a correr (asfalto, tierra, hierba, etc.) y que ofrezca una adecuada amortiguación. Se recomienda consultar la idoneidad de los mismos con un podólogo.
  • Escoger una talla adecuada, ya que las zapatillas deportivas no pueden quedar ni muy apretadas ni demasiado holgadas. Es fundamental que exista espacio suficiente para mover los dedos y evitar la presión excesiva, que puede causar ampollas.
  • Las zapatillas para correr tienen una vida útil limitada, por lo que es recomendable cambiarlas de vez en cuando para garantizar que la amortiguación y el soporte sigan siendo efectivos. Además, es importante no estrenar nunca zapatillas antes de una carrera y tener al menos dos pares en uso para ir alternando.
  • En relación a los calcetines, se aconseja elegirlos sin costuras, con amortiguación en punteras y talones, que queden ajustados al pie sin presionar, que mantengan una refrigeración óptima y que controlen la tensión de la fascia plantar.

La higiene y el cuidado previo, claves para correr kilómetros

Además de un calzado adecuado, la higiene periódica y el cuidado constante de los pies resultan fundamentales para mantenerlos en forma y preparados para llevar a cabo ejercicios de intensidad, como lo son este tipo de modalidades deportivas.

  • Cortar bien las uñas para evitar bordes irregulares que puedan clavarse en la piel o causar molestias durante la carrera.
  • Aplicar crema hidratante para evitar la formación de durezas o fisuras, sobre todo en el talón.
  • En caso de tener callos, se recomienda la visita a un podólogo para eliminarlos de forma adecuada.

 

Prevención de las lesiones

Correr es una actividad que genera un impacto considerable en los pies hasta el punto de llegar a producir lesiones si no se tienen en cuenta algunos aspectos.

  • Realizar un estudio de la pisada con un podólogo especializado que ayude a identificar posibles desequilibrios o problemas en la misma. Esto permite personalizar plantillas que faciliten la actividad deportiva.
  • Llevar a cabo ejercicios concretos para fortalecer los músculos de los pies y mejorar su flexibilidad.
  • Incrementar la distancia y la intensidad de forma gradual, lo que ayudará a mejorar el rendimiento y prevenir sobrecargas o lesiones.

Puedes ampliar información sobre cómo prevenir las lesiones aquí.

 

Y después de la carrera, ¿qué?

El tratamiento y cuidado de los pies no termina una vez que se llega a la meta. Después de actividades físicas de alta intensidad, correr o incluso caminar, hay que seguir prestando atención a esta parte fundamental de nuestro cuerpo. Por tanto, se recomiendan estos puntos.

  • Lavar y secar bien los pies para prevenir infecciones.
  • Examinar la piel en busca de ampollas, rozaduras o hematomas.
  • Aplicar frío o masajear los pies para aliviar tensiones y reducir inflamaciones.
  • Acudir al podólogo si tenemos molestias.

En definitiva, el papel del podólogo es clave para los corredores, ya sean aficionados o profesionales. Su ayuda puede servir para orientar en el correcto uso de nuestros pies, extremidades que soportan el peso de todo el cuerpo, para así prevenir lesiones y optimizar su rendimiento. Por este motivo, es fundamental acudir a revisión a la consulta de podología de forma periódica, donde nos ayudarán a preparar el pie para cualquier actividad especial y detectarán posibles anomalías que puedan desencadenar un problema mayor.

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