En el marco de la evolución constante del sistema de salud, la figura de la Enfermera de Práctica Avanzada (EPA) ha emergido como una pieza fundamental para asegurar la sostenibilidad y calidad asistencial. Cuando hablamos de EPA nos referimos a una enfermera con un nivel avanzado de formación y competencias clínicas, que desempeña un papel crucial en la atención de los pacientes y la mejora de los resultados de salud.

Una figura sanitaria especializada que ejerce una amplia variedad de funciones en el sistema de salud, abarcando desde el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, hasta la prescripción de medicamentos y la gestión del cuidado. Su formación especializada y experiencia clínica le permite asumir responsabilidades más amplias y brindar una atención de calidad, basada en la evidencia científica y el enfoque centrado en el paciente.

La presencia de la EPA como parte de los equipos de atención sanitaria tiene un impacto significativo en la sostenibilidad y calidad asistencial. Al contar con su experiencia y conocimientos avanzados, se optimiza la eficiencia en la atención, se reducen los tiempos de espera y se mejora la accesibilidad a los servicios sanitarios. Además, su capacidad para tomar decisiones clínicas complejas y coordinar el cuidado de los pacientes contribuye a la continuidad y coordinación de la atención, promoviendo resultados positivos en salud.

Hoy, el Colegio de Enfermería de Málaga entrevista a David Pérez Barreno, colegiado malagueño, EPA de Heridas Crónicas del Distrito Sanitario Málaga Valle del Guadalhorce, presidente de la Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas (AEEVH) y Consejero de la European Wound Management Association (EWMA). David cuenta con una sólida formación, incluyendo Diplomados en Enfermería y Fisioterapia, además de diversos másteres y especializaciones en el cuidado de heridas crónicas. Desde sus inicios, Pérez Barreno supo que quería dedicarse al mundo de la salud y eligió la Enfermería como su camino. “Con tenacidad y esfuerzo, conseguí superar las adversidades económicas y compaginar mis estudios y prácticas con una jornada laboral a tiempo completo. Además, he de admitir que mi pasión por la Enfermería creció gracias a la inspiración y enseñanza de excelentes profesionales durante mi formación” confiesa el colegiado.

Durante once años en Tenerife, David se desarrolló profesionalmente y se comprometió con la promoción de una Enfermería docente, investigadora y profesional. En 2010, regresó a la ciudad de Málaga, encontrando el lugar donde seguir creciendo y aportando su valioso potencial a la profesión. Con una formación y experiencia destacada, el presidente de la AEEVH se convierte en un ejemplo inspirador de la importancia y el impacto positivo de la Enfermería de Práctica Avanzada en el sistema de salud, contribuyendo a la sostenibilidad y calidad asistencial en beneficio de los pacientes y la comunidad malagueña.

P: ¿Cuáles son las funciones y responsabilidades de una Enfermera de Práctica Avanzada en el sistema de salud?

R: La figura de la Enfermera de Práctica Avanzada surge ante las crecientes necesidades de una población que está evolucionando desde los puntos de vista demográfico y epidemiológico y que presenta unas nuevas necesidades. Con el objeto de proporcionar una atención sanitaria más ágil y adaptada a las necesidades y expectativas de la población, la EPA enfoca su atención al paciente sin que ésta deje de ser sostenible y eficiente y, sobre todo, cumpliendo con los estándares de calidad.

En Andalucía, las Enfermeras de Práctica Avanzada (EPA) cuentan con un conocimiento experto y especializado que les permite asumir funciones y responsabilidades más amplias para complementar o incluir nuevos servicios a los ya existentes en el Sistema Sanitario Público que son claves para conseguir un mayor nivel de accesibilidad, coordinación, eficiencia y de resultados en salud. Algunas de sus funciones y responsabilidades específicas incluyen:

  1. Abordaje desde la Atención Primaria: Las EPAs en Andalucía desarrollan su labor principalmente en Distritos Sanitarios de Atención Primaria brindando atención y cuidados a pacientes de todas las edades en el ámbito comunitario. Las diferentes configuraciones del sistema de salud andaluz hacen que podamos encontrar EPAs también en Áreas Sanitarias y, cómo no, también en entornos puramente Hospitalarios.
  2. Evaluación y diagnóstico: Las EPAs llevan a cabo evaluaciones de salud exhaustivas, exámenes físicos y diagnósticos de salud, que serán determinantes para un correcto estudio y abordaje de cada caso clínico.
  3. Prescripción: Tienen la autoridad, los conocimientos y la capacidad legal para prescribir medicamentos y tratamientos adecuados a los pacientes entre los que, según recogen las regulaciones y protocolos establecidos, se pueden encontrar tanto fármacos como terapias avanzadas.
  4. Atención a pacientes crónicos: Las EPAs están capacitadas para gestionar los cuidados de pacientes con enfermedades crónicas, ofreciendo la atención, la educación y el seguimiento necesario para mejorar su calidad de vida.
  5. Atención a pacientes con patología aguda: El rol integrador y coordinador de recursos de la Enfermera de Práctica Avanzada es clave tanto en la atención urgente a patologías agudas como en las agudizaciones que puedan presentar pacientes que sufren patologías crónicas.
  6. Educación sanitaria y docencia: La actualización de competencias de las enfermeras es clave para mejorar la atención sanitaria y las EPAs se encargan de que los profesionales puedan tener acceso fácilmente al conocimiento basado en la última evidencia científica dentro de su marco competencial. Asimismo, es un elemento clave en la educación a la población en aspectos como la prevención de enfermedades, el autocuidado y la promoción de hábitos saludables.
  7. Continuidad asistencial: Las EPAs tienen entre sus objetivos la mejora en la accesibilidad a los servicios, en especial de la población más vulnerable, y la optimización de la continuidad asistencial en las transiciones entre profesionales, niveles asistenciales y sectores implicados en su atención sanitaria.
  8. Asesoría / consultoría: Las EPAs ejercen un indudable liderazgo clínico que sirve de referencia al resto de profesionales. La posibilidad de resolver dudas y de ayudar a optimizar la atención sanitaria a pacientes crónicos complejos aporta un valor añadido a la figura de la Enfermera de Práctica Avanzada muy apreciado y demandado entre los profesionales.
  9. Participación en equipos de atención sanitaria: Las EPAs forman parte activa en equipos y comisiones interdisciplinarias con otros profesionales de la salud para garantizar una atención integral y coordinada a los pacientes.
  10. Investigación y práctica basada en la evidencia: Lideran y forman parte de proyectos de investigación, participando activamente en la implementación de prácticas basadas en la evidencia con el fin de mejorar la calidad de la atención sanitaria, aportando valor a la Enfermería.
  11. Gestión sanitaria: Su posición en el sistema sanitario y sus conomientos les facilita una visión estratégica clave en la atención al paciente y, en especial, a la cronicidad. El acceso a los indicadores sanitarios les permite detectar y abordar ágilmente las necesidades de una población en constante evolución.

Es importante tener en cuenta que el rol de las Enfermeras de Práctica Avanzada puede evolucionar con el tiempo y las necesidades cambiantes del sistema de salud. La regulación y las funciones específicas pueden variar según las comunidades autónomas y las áreas de especialización. Por lo tanto, es esencial que las EPAs estén actualizadas con las últimas regulaciones y pautas en su ámbito de práctica asistencial.

P: ¿Cuál es el impacto de las EPAs en la mejora de los resultados de salud y la satisfacción de los pacientes?

R: Las Enfermeras de Práctica Avanzada juegan un papel fundamental en la mejora de los resultados de salud y en la satisfacción de los pacientes. Estas profesionales de enfermería tienen una formación avanzada y unas habilidades adicionales que les permiten asumir un papel más amplio y autónomo en la prestación de la atención sanitaria.

La medición de la calidad en la atención sanitaria es compleja, aun así, podemos encontrar dos parámetros observables que nos pueden ayudar a definir y a evaluar este indicador tan preciado, estos son: la mejora de resultados en salud y la satisfacción del paciente. El primero es eminentemente objetivo y, por lo tanto, fácilmente medible; el segundo vendrá determinado por cómo percibe el paciente que se hayan cumplido sus expectativas previas.

Numerosos estudios muestran claramente y desde hace años cómo las acciones de la Enfermera de Práctica Avanzada inciden en la mejora de los indicadores clínicos de resultados en salud. La disminución del número de ingresos y de las visitas a urgencias, la disminución del número de amputaciones mayores y menores y del resto de complicaciones asociadas a la diabetes, la mejora en la calidad de vida de los pacientes atendidos, la disminución de complicaciones postoperatorias o la mejora de la autonomía de los pacientes oncológicos son sólo una muestra de lo que la intervención de la Enfermera de Práctica Avanzada lleva aportando desde sus inicios.

La clave en la mejora de la satisfacción percibida por los pacientes atendidos por una EPA está en la promoción del trabajo interdisciplinar y en equipo, centrado en la persona, desde un punto de vista biopsicosocial, poniendo énfasis en mejorar su calidad de vida y su bienestar, así como el acompañamiento en la fase final de la vida.

Me gusta decir que la EPA acompaña de la mano al paciente al centro de la atención sanitaria, coordinando para que los recursos sanitarios puedan estar más accesibles de una forma mucho más ágil, es por ello por lo que su atención es percibida como satisfactoria en los diferentes estudios publicados hasta el momento.

P: ¿Cómo se diferencia el rol de una EPA de otras funciones enfermeras tradicionales?

R: Además de las funciones enumeradas anteriormente, la Enfermera de Práctica Avanzada tiene un papel catalizador de las innovaciones orientadas a mejorar la atención sanitaria, engrasa al sistema sanitario contribuyendo al aumento de su eficiencia y de su efectividad. Sus acciones han demostrado que influyen positivamente sobre la recuperación funcional de los pacientes, sobre el acceso a los profesionales y a los diferentes recursos del sistema, ha mejorado la satisfacción de los pacientes y de las personas cuidadoras, pero, sobre todo, ha influido en la optimización de los servicios y del uso optimizado de los recursos sanitarios.

P: ¿Qué beneficios aporta la presencia de las EPAs en términos de sostenibilidad y eficiencia del sistema de salud?

R: El impacto sobre la disminución del coste medio por paciente va directamente relacionado con la mejora alcanzada en los resultados de salud, que ha sido ya reflejada anteriormente. La disminución de los tiempos de recuperación y la disminución del número y el grado de las complicaciones incide directamente en una disminución de los costes indirectos asociados a incapacidad. La disminución de costes directos generada por la actividad de las Enfermeras de Práctica Avanzada va estrechamente relacionada con la mejora aportada a la eficiencia en los procesos y en el sistema sanitario. Existen elementos clave en este aspecto, como: su implicación en la estandarización de los procesos, la racionalización del uso de los recursos, la mejora de la accesibilidad, la continuidad asistencial y la mejora en la comunicación interniveles, la personalización de la atención sanitaria desde un prisma multidisciplinar, la promoción del empoderamiento del paciente y el apoyo al autocuidado, entre otros.

P: ¿Cuál ha sido tu experiencia personal como Enfermera de Práctica Avanzada y cómo has visto el impacto de tu trabajo en la atención de los pacientes?

R: El balance de mi experiencia personal desde el punto de vista de mi actividad como EPA de Heridas Crónicas Complejas en el Distrito Sanitario Málaga-Valle del Guadalhorce es muy positivo. Enfrentarte a un reto tan grande como comenzar con este proyecto en solitario es, como poco, ilusionante. En un distrito sanitario con una población cercana al millón de habitantes, con 55 centros de atención primaria y consultorios, 2 CARE y en una zona con 2 Hospitales de referencia el reto se planteaba desafiante.

Como primera tarea fue necesario reformular los métodos de adquisición de los productos relacionados con la cura de heridas y, a su vez, configurar un catálogo completo de productos de cura para poner a disposición de los profesionales y los pacientes directamente en los centros de salud. Tras casi un año de trabajo, actualmente, y gracias a contar con uno de los catálogos más completos, hemos conseguido disminuir una media de un 82% el gasto en receta. Materiales como: vendas de compresión para patología venosa, terapia de presión negativa, fieltros de descarga para pacientes diabéticos con mal perforante plantar, como ejemplo, están ya disponibles para los profesionales de atención primaria, un gesto que hace que los pacientes puedan beneficiarse de terapias avanzadas, aun estando en su domicilio.

La creación de una comisión de heridas que incluye tanto a las EPA de Heridas como a profesionales de enfermería del distrito, y a las dos EPA de Heridas de ambos hospitales nos está aportando un punto de encuentro muy positivo como punto de coordinación interniveles a la hora de tomar decisiones relacionadas con el abordaje de las lesiones.

Buscando formas de innovar tanto en la forma de transmitir el conocimiento a los casi 600 profesionales de enfermería del distrito, como en la de facilitarles el trabajo he creado una página web https://wikiheridas.es. Esta web, donde, poco a poco, voy añadiendo información útil para el desarrollo de la actividad profesional relacionada con el abordaje de las heridas, está teniendo una muy buena aceptación por parte de los profesionales.

La Dirección de Cuidados está apostando fuertemente por la figura de la EPA de Heridas Crónicas y por su desarrollo, y prueba de ello es la reciente incorporación de Dña. Pilar Camarero Gómez, una nueva profesional diplomada en enfermería y podología y experta en heridas, como EPA de Heridas Crónicas Complejas para mejorar el abordaje del pie diabético desde atención primaria de forma conjunta.

El impacto generado gracias al trabajo realizado en este tiempo está siendo muy positivo. El aumento de las solicitudes de formación que recibimos semanalmente nos indica un creciente interés de los profesionales en adquirir nuevas competencias, situación que estamos aprovechando para programar unas 4-5 sesiones clínicas semanales. La posibilidad que tienen los profesionales en estos momentos de realizar un abordaje avanzado de las lesiones y la capacidad de tratar la patología de miembros inferiores con terapia compresiva ha marcado un antes y un después en la evolución de las lesiones y en la calidad de vida de los pacientes.

El trabajo que están realizando los referentes de heridas designados en cada centro de atención primaria está siendo clave en todo este proceso. El grado de interés e implicación tanto en el asesoramiento, como en la formación del personal es admirable.

P: ¿Cuáles son los principales desafíos a los que te enfrentas en tu práctica diaria como EPA?

R: Como cualquier proyecto que comienza, encontramos facilitadores y barreras a la hora de su puesta en marcha. Tenemos muchos facilitadores que nos ayudan: la implicación de nuestra dirección de cuidados, la inestimable participación de los referentes, el gran interés de los profesionales y el agradecimiento de profesionales, pacientes y cuidadores está siendo nuestro mayor motor.

Aun así, no podemos caer en la autocomplacencia y tenemos que admitir que existe mucho margen de mejora todavía, es normal en estos inicios. Son numerosos los aspectos en los que debemos trabajar para que este proyecto avance y algunos pasan por aumentar la oferta formativa para los profesionales, mejorar el proceso de distribución de los materiales de cura en los centros de atención primaria, mejorar e implementar las herramientas de registro de heridas y de comunicación interprofesional y, sobre todo, seguir generando conocimiento, la generación de evidencia científica tiene que acompañarnos diariamente en nuestra actividad, sin ella no existe avance, sin ella no existe mejora continua.

Todo esto se refiere a nuestro trabajo a pequeña escala, a nivel local, a nivel regional incluso, pero todo este trabajo será en vano si no se consigue materializar una regulación a nivel nacional de esta figura. La Enfermera de Práctica Avanzada ya está reconocida desde el punto de vista normativo en multitud de países y, en España, aun a pesar del art. 36 de la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias (LOPS), donde se hace referencia a los Diplomas de Acreditación y Diplomas de Acreditación Avanzada y del RD 639/2015, de 10 de julio, que constituirían el marco legislativo para el desarrollo de la EPA, estamos todavía a la espera de un marco regulatorio a nivel nacional para el desarrollo de la EPA. Aun así, nos consta que, gracias a la implicación de la Estrategia de Cuidados de Andalucía en este proceso, cada día, este objetivo está más cerca de cumplirse.

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