Entrevista a Rosario Correa, presidenta del Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía, en la que analiza los principales retos actuales y futuros de la profesión y los problemas podológicos más preocupantes de la actualidad. Igualmente, aborda otras cuestiones como los proyectos futuros del Colegio.
¿Cómo ha sido este año y medio de pandemia para los podólogos?
Ha sido un periodo duro, como para todos los sanitarios. Primero, fue la incertidumbre por el confinamiento, nadie en un siglo tenía experiencia de cómo gestionar una pandemia, el miedo al contagio, preocupación por los pacientes…Con nuestros pacientes, en muchos casos por no decir en casi todos, tenemos una relación cercana y de cariño. Luego, la situación económica a la que nos teníamos que enfrentar, ya que el 99,9% de los podólogos practican el ejercicio privado de la profesión. Más tarde llegaron las vacunas y la incógnita de cómo respondería el Sistema Público de Salud a nuestra vacunación y, por último, el adaptar nuestras consultas a la nueva realidad con protocolos de visita, limpieza, desinfección etc. Todo ello con la inseguridad de que el virus ha llegado para quedarse.
¿Y para el Colegio, cómo os habéis adaptado desde la institución?
El Colegio ha tenido que adaptarse a marchas forzadas, se impuso el teletrabajo. El personal administrativo ha tenido un comportamiento ejemplar, con la pandemia ha sabido adaptarse a realizar prácticamente todas las tareas telemáticamente, se han realizado las reuniones de Junta de Gobierno por Zoom y los cursos de formación por webinar. En definitiva, un cursillo avanzado de nuevas tecnologías del siglo XXI de un día para otro.
¿Cuáles son los problemas que más habéis detectado en la población tras el confinamiento? En general, ¿ha mejorado o empeorado la salud podológica?
Los problemas que más se han detectado han sido el incremento en fasciopatías y tendinopatías por no utilizar calzado adecuado por estar en casa. También se ha producido un aumento significativo del número de papilomas y que estos se han vuelto multirresistentes a los tratamientos.
La salud podológica de la población ha empeorado notablemente por no poder acudir los pacientes a la consulta durante la pandemia. Pacientes que tenían necesidad de acudir con frecuencia a nuestras consultas han dejado de hacerlo y al volver se ha visto un agravamiento de sus patologías.
¿Hasta qué punto influye la pisada en la salud y el bienestar de la persona?
El apoyo y la pisada son fundamentales para los seres humanos, nos permiten desplazarnos, son fundamentales para las funciones de relación y nutrición. Un problema no tratado en el apoyo se agrava con el tiempo y acaba repercutiendo en el estado de salud general de la persona.
¿Cuáles son las patologías que más preocupan a los podólogos en la actualidad?
En general, nos preocupan todas las patologías que afectan al pie, pero últimamente ha habido un aumento significativo de retroniquias muy evolucionadas en nuestras consultas que no se han diagnosticado a tiempo, la mayoría de ellas en atención primaria. Las úlceras dentro de la entidad de pie diabético, que es un reto que debemos afrontar de manera conjunta con otros profesionales de la salud. Lesiones dérmicas que malignifican y que detectamos en las consultas mediante biopsias. Patologías musculoesqueléticas, quirúrgicas…
¿Qué mejoras son necesarias para la profesión en el ámbito público?
La inclusión del podólogo en el Sistema Público de Salud en equipos multidisciplinares y unidades específicas generaría una mejora cuantitativa y cualitativa en la prevalencia de la úlcera del pie diabético y, por tanto, una disminución de hasta el 70% en tasas de amputación, como así demuestran los países más avanzados (Estados Unidos y Reino Unido), que desde hace décadas incluyen la figura del podólogo como coordinador de equipos o “Gate Keeper”. Estos datos son extraídos de las guías clínicas como Diabetic Rapid Response Foot Team (DRRAFT), IWGDF (International Working Group on the Diabetic Foot), Tow and flow, NICE (National Institute for Health and Care Excellence – UK).
¿Y en el privado?
Luchar contra el intrusismo y un reconocimiento por parte de las compañías aseguradoras privadas de todas nuestras competencias y un precio justo por los servicios que prestamos.
A día de hoy, ¿existe mucho intrusismo en la Podología? ¿Cómo trabajáis desde el Colegio para mitigar las prácticas intrusistas?
El intrusismo es algo que está presente en todas las profesiones sanitarias, desde el Colegio luchamos con las herramientas que tenemos. Hay una Comisión de Intrusismo que se encarga de analizar los casos que nos llegan y de denunciarlos ante las autoridades competentes.
¿Cuáles son los principales retos de la profesión para la post pandemia?
Los principales retos para la profesión serían:
– Volver a la normalidad.
– Luchar contra el intrusismo
-Mejorar la relación con las Universidades y Asociaciones Científicas de Podología.
-Inclusión del Podólogo en el SAS
-Mejorar la asistencia privada por Mutuas Aseguradoras en cuanto a servicios y honorarios.
-Continuar formando a los compañeros para que cada vez presten mejores servicios a los pacientes.
-Promoción de nuestra profesión y el conocimiento por parte de los demás sanitarios de nuestras competencias:
– Diagnóstico y tratamiento de las afecciones y deformidades de los pies, mediante las técnicas terapéuticas propias de su disciplina.
– Competencias quirúrgicas.
– Capacidad prescriptora de medicamentos.
– Dirección de instalaciones de radiodiagnóstico.
– Prescriptores de prótesis y ortesis.
-Concienciar a la población en general de la importancia de tener sanos y cuidados los pies y de la figura del Podólogo en esa misión.
¿Cómo vais a ayudar desde el Colegio a afrontarlos?
Desde el Colegio se está realizando un gran esfuerzo para afrontar estos retos que tenemos en nuestra profesión. Se tiene un contacto más fluido con las Administraciones, se han creado equipos de trabajo para afrontar estos retos, contamos con un Asesoría Jurídica muy potente, que nos resulta muy útil. Se están haciendo campañas de divulgación en prensa, radio y televisión de la figura del podólogo y de los cuidados podológicos de la población. La formación es algo a lo que también dedicamos nuestros recursos y esfuerzos mediante, cursos, seminarios y jornadas científicas como las últimas celebradas en Granada en noviembre de este año.
¿Qué proyectos futuros tiene el Colegio?
Los principales retos que tiene el Colegio son, por un lado, la reforma de los Estatutos, ya que la pandemia nos ha enseñado que están algo desfasados y hay que actualizarlos para adaptarlos a las nuevas tecnologías y necesidades de la profesión. El otro asunto a tratar sería el cambio de la sede colegial, una sede más amplia donde se pueda desarrollar mejor la labor administrativa y de formación del Colegio.
Leave a reply
Leave a reply