En el tejido de la sociedad española, la salud y el bienestar de los niños representan una preocupación primordial. Sin embargo, en un mundo en constante cambio, la atención y protección de los más pequeños requiere de un enfoque integral y especializado. En este reportaje, desde el Colegio de Enfermería de Málaga exploran el papel de la enfermera pediátrica y escolar en la promoción y protección de la salud infantil en España, así como las demandas urgentes que enfrenta este ámbito crucial de la atención sanitaria.

En el contexto de la celebración del Día del Niño, resulta fundamental reflexionar sobre la situación actual de la salud infantil en España y, más específicamente, en la región de Andalucía. A pesar de los avances en el sistema de salud, persisten desafíos significativos que requieren atención inmediata, como la necesidad de implementar la figura de la enfermera escolar en los centros educativos. Esta figura no solo garantizaría una atención más rápida y eficiente en caso de emergencias, sino que también promovería hábitos saludables y prevendría enfermedades entre los niños.

En este sentido, el respaldo y apoyo del Colegio de Enfermería de Málaga son fundamentales. José Miguel Carrasco Sancho, presidente del Colegio, ha destacado la importancia crucial de contar con enfermeras especialistas en pediatría dentro del sistema de salud, así como la implantación de la figura de la enfermera escolar. “Esta reivindicación histórica de la profesión de los cuidados ha sido respaldada durante años por los colegios profesionales que representan a la Enfermería, y es hora de que se convierta en una realidad para el beneficio de los niños y la sociedad en su conjunto” ha declarado el representante de las más de 9.000 enfermeras colegiadas de Málaga.

Para profundizar en el conocimiento de las responsabilidades y dedicación que implica ser enfermera pediátrica, hemos tenido el privilegio de conversar con María del Mar Martin Aguilera, enfermera colegiada en Málaga, aunque nacida en Granada. Graduada en Enfermería por la Universidad de Granada en 1991, María del Mar comparte con nosotros su inspiradora trayectoria. “Desde joven sentí una atracción hacia el mundo sanitario”, expresa la sanitaria. “Sin embargo, al inicio de mis estudios, albergaba algunas dudas sobre mi elección. Fue al entrar en contacto directo con los pacientes cuando comprendí el verdadero significado de esta noble y humana profesión”.

Su viaje profesional comenzó en la Unidad de Lactantes del Hospital Materno Infantil de Granada, donde fue acogida con calidez por sus compañeros. Este fue el punto de partida de su conexión con los pacientes pediátricos. “Trabajar en la Unidad de Lactantes fue una experiencia reveladora. Si algo me permitió, fue precisamente comprender la importancia de brindar cuidados especializados desde los primeros días de vida”.

A lo largo de los años, María del Mar ha tenido la oportunidad de desempeñarse en diversas áreas vinculadas a la pediatría, incluyendo servicios de Urgencias. “Cada área ha sido una oportunidad para aprender y crecer profesionalmente. Mi decisión de especializarme en Pediatría en 2015 surgió de mi profundo interés en comprender y abordar las complejidades que rodean a estos pacientes”.

En la actualidad, María del Mar continúa su labor como enfermera especialista en la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Costa del Sol, donde despliega su dedicación y pasión por cuidar a los recién nacidos y apoyar a sus familias en momentos tan delicados como el inicio de la vida. Su compromiso con la salud infantil es un ejemplo inspirador del impacto positivo que las enfermeras pediátricas tienen en la vida de los más vulnerables.

P: ¿Cuál consideras que es el papel fundamental de la enfermera pediátrica en la promoción y protección de la salud de los niños en España?

R: La figura de la Enfermera Pediátrica ha abierto nuevas perspectivas en cuanto a la promoción y protección de la salud infantil en España. Desde nuestros lugares de trabajo, ya sea en hospitales o centros de atención primaria, podemos enfocarnos en promover prácticas saludables. Esto incluye la promoción de una alimentación equilibrada, fomentar la actividad física a través de juegos y deportes escolares, brindar orientación sobre el uso adecuado de la tecnología y, en el caso de niños mayores o adolescentes, proporcionar información sobre la prevención de enfermedades de transmisión sexual. En resumen, nuestro papel es promover hábitos que contribuyan a mejorar o mantener la salud de los niños en todas sus etapas de desarrollo.

P: ¿Qué desafíos específicos enfrenta la enfermera pediátrica en su labor diaria en comparación con otros campos de la enfermería?

R: Desde mi perspectiva, uno de los desafíos más significativos que enfrenta el colectivo de Enfermería Pediátrica es el reconocimiento tanto por parte de las instituciones como de la sociedad en general, sobre la importancia de esta especialidad. La pediatría abarca un campo amplio y complejo, debido a las características únicas de los pacientes pediátricos, lo que subraya la necesidad de contar con profesionales debidamente capacitados y especializados en este ámbito.

Además, en el ámbito de la Promoción de la Salud, es fundamental que exista la figura de la enfermera pediátrica para trabajar desde el entorno escolar, lo que implica una colaboración estrecha con la comunidad educativa.

P: ¿Cómo crees que la figura de la enfermera escolar podría mejorar la salud y el bienestar de los niños en los centros educativos?

R: En este contexto, es importante destacar dos aspectos clave. Por un lado, la presencia de la enfermera escolar en los centros educativos permitiría identificar problemas de salud, tanto físicos como psicológicos, que podrían pasar desapercibidos. Esto facilitaría abordar estos problemas de manera integral, involucrando a las familias y educadores en el proceso. Por otro lado, la enfermera escolar estaría capacitada para brindar atención sanitaria inicial en caso de accidentes o emergencias de salud que ocurran durante la jornada escolar.

Además, sería sumamente beneficioso mantener un registro de los niños con enfermedades crónicas, para garantizar un seguimiento adecuado de su tratamiento y estar preparados para abordar cualquier complicación que pueda surgir durante el día escolar.

Por supuesto, no debemos subestimar el valor de proporcionar educación sanitaria adaptada a diferentes grupos de edad, con el objetivo de promover hábitos saludables relacionados con la alimentación, la higiene y la actividad física, entre otros aspectos fundamentales para el bienestar infantil.

P: ¿Cuáles son las principales barreras que impiden la implementación de la enfermera escolar en los centros educativos en España?

R: Desde mi punto de vista, una de las principales barreras se relaciona con el reconocimiento y valoración de la función de la Enfermera Escolar en el ámbito educativo. En gran medida, esto representa un desafío tanto organizativo como económico. La implementación de la enfermera escolar requiere de la aprobación de presupuestos por parte de las autoridades gubernamentales para establecer esta figura como parte integral de las instituciones educativas.

P: Desde tu experiencia, ¿Cómo crees que podría mejorarse la formación y capacitación de las enfermeras pediátricas para enfrentar los desafíos actuales en el cuidado de la salud infantil?

R: Desde mi experiencia, considero que la formación actual de las enfermeras pediátricas, que se lleva a cabo a lo largo de dos años vía EIR, es fundamental para garantizar la calidad de la atención. Es alentador observar que existen centros hospitalarios de primer nivel en toda la geografía española dedicados a esta formación.

Sin embargo, para mejorar este proceso formativo, sería beneficioso ampliar el número de centros de formación y fomentar la participación activa de profesionales en la docencia. Esto podría lograrse incentivando a los expertos a contribuir en la enseñanza y a formar parte del proceso de evaluación de los profesionales que eligen especializarse en enfermería pediátrica.

Además, es crucial resaltar la importancia no solo de la atención especializada en unidades de hospitalización, sino también de la atención primaria. Esta última juega un papel fundamental como base para la prevención de enfermedades, la promoción de la salud y la detección temprana de posibles afecciones, aspectos esenciales en el cuidado de la salud infantil.

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